ESCULTURA
CONTEMPORÁNEA
Cristina
Planas
Cristina
Planas, sólida, contundente terrenal, en ella no hay evasión sino reanimación.
Más que espiritualidad ella tiende al desenfreno, porque esta proliferación de
elementos fálicos que toma como pretexto el plátano, esa simbólica castración
del hombre con una risa de la mujer que engulle la fruta, convierte a Cristina
Planas en una escultora de extremo interés,. Dentro de la nueva hornada de
escultores peruanos hay pocos que tengan tanto que decir y que lo hagan de un
modo tal que el concepto no niega la ironía ni el sexo. Por eso Cristina Planas
es una escultora cuyo futuro debe ser atendido.
GEORGE
CLARKE
"Perdiendo el tiempo" es una instalación de
trabajos escultóricos de George Clarke que, bajo la apariencia de la
representación como opción artística, introduce una sensibilidad propia de un
memento morí o recordatorio de la condición mortal del hombre y la mujer, en
combinación con la realización de discretas puestas de escena de instantes
anodinos, vividos o percibidos diariamente. Esta elección de comunicar el
presentimiento de un final, en el que confluye el fin de siglo -evento
escatológico moderno- y la anticipación del propio fin individual,
evidentemente privilegia el tiempo y hace de él único actor o único detonante
conceptual, según quiera vérsele, de la muestra.
Pese a estar poblada con un cierto número de figuras, la
instalación parece ser por momentos un gran y simbólico desierto de tiempo, en
el que potencialmente todo es espera y en el que todo puede suceder. Por eso
puede decirse que el tiempo que corre visiblemente en la instalación se encarga
de rebatir la percepción que el observador puede desarrollar acerca del
carácter anodino de lo escenificado.
El arte de Johanna Hamann participa dialécticamente
de dos principios sin comprometerse unilateralmente con ninguno de ellos. Dos
pares de opuestos (idealidad y realidad; materia y espíritu; libertad y
opresión; destrucción y creación) que podrían contraponerse planteando una.
Estética de la dualidad y sus dramáticos conflictos. Sin embargo, este esquema
conceptual aunque se aproxime, no logra. Abarcar aspectos esenciales de su
exhaustivo trabajo. Sobre todo en lo que se refiere a la creación de obras de
arte (validas por sí mismas), donde la. sensibilidad, la. Imaginación y un
sentimiento trágico de la realidad interactúan,
El fierro o el Serrucho que atraviesa y desgarra la
madera o la piedra, que penetra y descompone un cuerpo humano, es como un
símbolo de una situación social e histórica, pero también de una condición
humana (arque-típica) que Johanna Hamann expresa intensamente en sus
esculturas. No como resignación o nihilismo, sino siempre a través de la
paradoja y la belleza del arte -como en una crucifixión- pero en términos de
los instintos y de la existencia, afirmando lo que somos: seres en un proceso
de destrucción, confrontados con la precariedad y la muerte, mientras la
resistencia vital y la creatividad se oponen, creando el momento de la tensión
que las trasciende, revelándonos la dignidad de la vida y, al mismo tiempo, al
arte como su expresión cultural más profunda y compleja.
Los
objetos de Eliana Mabire nos propulsan dentro de un universo mágico, un reino
maravilloso y encantado en el que uno descubre seres de madera que nos hacen
signos. A través de estas esculturas reencontramos lo esencial en la magia de
la infancia. Personajes ornados con plumas emergiendo de lo imaginario o de una
leyenda pasada: carruseles, cajas de música, etc.…
Lo
original en este sistema de trabajo es la diversidad de materiales y técnicas
utilizadas. La obra oscila entre un arte bruto, virgen de toda ornamentación, y
una puesta en escena barroca. Los seres y los objetos que ella misma anima son
de madera "bruta" por excelencia. Pero a Eliana Mabire el oro, las
piedras preciosas, las plumas… Toda su obra pone en evidencia la dualidad de
materiales, situándose en el límite de lo artesanal, de las técnicas antiguas y
el modernismo. En efecto, para dar movimiento a los personajes deja entrever
los hilos y cables, conservando la idea del "títere" Pero luego
incluye un motor que pondrá en movimiento al objeto acercándonos a la idea del robot.
NANI
CÁRDENAS
Sin romper el compromiso con la realidad inmediata,
las esculturas en madera y bronce de Nani Cárdenas plantean un retorno a las
fuentes primarias de la creación: mujer, hombre, niño. En este cosmos
protagonizado por la pareja y el niño, la intimidad del ser humano y la
búsqueda de la esencia de la vida se juntan en una única gran metáfora que es
al mismo tiempo autobiografía y cuestionamiento. Lo que se inicia con el placer
de la vista - obras bellas y armónicas, cálido cromatismo - desarrolla una
intertextualidad simbólica, sintética y corpórea a la vez. El sentido íntimo e
introspectivo percibido desde el primer momento se vuelve reflexivo y poético,
trascendental como idea y forma.
Surgen en toda su complejidad los motivos del amor, del deseo, de la
ambivalencia de la creación y la destrucción, del contacto entre el mundo
interior y exterior, del reinicio a partir de la fuerza del inconsciente.
Envolvimiento y desnudez, muerte y renacimiento, la asociación Eros - Thanatos
despliega sus misteriosas formas y advertencias, en una refinada coincidencia
oppositorum que exaltan la espiritualidad
Claudia salem
Maderas que son retratos,
que a la vez son amuletos, denuncias, Purgas, testimonios. Sirven para soñar,
pedir, Manipular, jugar. Adobes, ruinas, muros que alguna vez oyeron, figuras
que repiten lo irrepetible, evocando lo extraordinario de un pasado histórico,
compartido, tanto como cotidiano de la historia familiar, íntima. Esconden,
tras la simplicidad de su revelación, lo único verdadero, esencial y
trascendente: la relación directa que existe entre lo más profundo de la
intimidad de un individuo y la de todos los demás. Para Claudia Salem, es éste
el fundamento del impulso creativo, los conceptos, las formas, las palabras
sólo son instrumentos que nos trasladan, inevitablemente, a un momento en el
que el miedo, la fe y la necesidad de buscar una explicación al mundo eran el
principio de todo: arte, religión y supervivencia, lo mismo, indisolubles.
Las esculturas de
Claudia salem contienen un intenso silencio y nos instalan -con la sensatez,
pasión y fe del hombre primitivo- en la primicia del recuerdo, fundamento de
cualquier intento de vinculación simbólica con la condición humana. Cada
retrato es una estaca en el tiempo. El hombre se rebela y se revela a través
del arte: sus obras, imagen de sus afectos, conjuran de una vez y para siempre
el desafío de su fugacidad.
PINTURA CONTEMPORÁNEA
Desde su egreso de la
Universidad Católica Fito Espinoza había manifestado las cualidades que se
requieren para ser un buen pintor. En ese entonces, como ahora, sobresalían un
inusitado oficio y un distanciamiento de las expansiones expresionistas de sus
compañeros de generación. Lo primero a conducido a que en el lapso de estos
años Espinoza sea el artista joven que con mayor seguridad se ha ido afianzando
dentro del ámbito local.
En estos cuadros de
sutilezas e impactos, que el pintor asume como experiencia acumulada.
Se pueden apreciar nuevas indagaciones, como ocurre
con la luminosidad que inunda las superficies, que escruta cada fragmento del
cuadro y la invención de nuevas formas derivadas del cuerpo humano.
Por eso, lo valioso de Fito Espinoza, entre muchas
otras cosas, radica no solo en la calidad de su factura, sino también en el
despojamiento de la estridencia, en su renuncia al impacto fácil, y en su
revalorización del espíritu a través de la reproducción de nuestro cuerpo.
El dibujo es la base primordial de mi pintura, es
imprescindible para mí, realizar una serie de croquis antes de componer el
ambiente general de mi cuadro. Una vez iniciada esta primera etapa yo me doy
con seguridad a ver claro los personajes mutantes que me exijo en ese momento.
Aparecen pues una serie de formas retorcidas o extrañas que son hechas con el
fin de escapar de cierta realidad ya establecida. El color hace parte de ello a
medida que las figuras van buscando su ambiente; yo creo que el color viene
ligado a cada forma como una complicidad de gusto.
Hoy yo me dedico a recrear una serie de objetos entrelazados o formas anatómicas que van sin duda a darme un personaje extraño o inquietante. Resultando así el elemento más importante de mi pintura o sea lo inquietante.
La rueda aparece en muchos de mis cuadros como también una serie de exaltados pechos y muslos provocantes, entrelazados de animales diabólicos maliciosamente agresivos o gentiles; en muchos de los casos identificándose al sexo o al hombre.
Hoy yo me dedico a recrear una serie de objetos entrelazados o formas anatómicas que van sin duda a darme un personaje extraño o inquietante. Resultando así el elemento más importante de mi pintura o sea lo inquietante.
La rueda aparece en muchos de mis cuadros como también una serie de exaltados pechos y muslos provocantes, entrelazados de animales diabólicos maliciosamente agresivos o gentiles; en muchos de los casos identificándose al sexo o al hombre.
Toda Obra de Grimanesa Amorós
gira alrededor de la figura humana y la naturaleza. Es su manera de defender el
delicado equilibrio que existe entre la humanidad y los vitales recursos que la
sustentan. Se ha compenetrado tanto con esta temática que algunas de sus
imágenes proyectan una naturaleza humanizada cuyos figuras de músculos arbóreos
están esculpidos en madera o modelados con los bejucos y el follaje de la selva
húmeda en nuestra América tropical.
A través de su carrera artística, Grimanesa ha sostenido permanente interés por
la experimentación. Si en años anteriores sus escenas de amantes las enmarcaba
una atmósfera renacentista que recordaba a Tiziano aunque con el acento
expresionista de la pincelada suelta y los colores enfáticos, más tarde empezó
a conjurar imágenes gigantescas trazadas con líneas gruesas en donde se
destacan el negro y los matices de colores tierra, en especial el ocre, en
tanto que las manchas de blanco da una luminosidad extraña a sus personajes.
Su obra se ha caracterizado también por la
texturación que imprime a las superficies. En algunos de sus series anteriores
encontramos hojas, ramas, paja, troncos o ilustraciones de revista encolados al
lienzo, a tal punto que a veces la pintura alcanza cierta tridimensionalidad.
En su más reciente producción, insiste en esta búsqueda, excepto que ahora la
obtiene con una combinación de elementos que incluyen una amplia gama de
técnicas: Desde espátula, chorreado, brocha, goteado o raspado, hasta la
utilización de los instrumentos más insólitos para alcanzar esas texturas de
enmarañadas sugerencias.
Su actual pintura de grandes cabezas humanas,
recuerda los frescos romanos o los torsos griegos, aunque también la intrincada
pintura de Oscar Kokoschka, solo que ahora la envuelve una atmósfera oscura que
presagia tormentas, y no es para menos. Todo arte está inmerso en las
circunstancias sociales de su tiempo, y es ésta una época de convulsiones que
de algún modo ha de repercutir en la obra artística. La pintura de Grimanesa
vibra con el soplo vital de una fauna escondida en el follaje y la enérgica
materialización de sus más inquietantes reflexiones
Mariella
Agois
Desde hace algún tiempo lo textil en tanto modo de
construcción visual, fuente que pueda servir para alimentar la dimensión de un
lenguaje pictórico propio, ha sido el principal interés de Agois.
La obra de Agois supone una etapa de tránsito en la
relación que ella ha establecido con esa fuente principal y demuestra, de
alguna manera, la mayor libertad que detenta actualmente Agois para servirse de
ella. Ese universo apropiado ha sido asimilado o deglutido de manera tal que
ahora interviene espontánea y naturalmente en la solución de sus cuadros.
Incorporado a su pintura, lo textil se impuso en el
universo particular de Mariella Agois como elemento de su vocabulario, es
decir, como un motivo pictórico, y lo hizo con tal fuerza que opacó el papel
protagónico que jugaba como modo de la construcción de la imagen. Agois,
efectivamente,
DIBUJO
CONTEMPORANEO
Nació el 29 de abril de 1934 en el Cuzco. Es el
primer hijo de los trece que tuvieron Alberto Quintanilla Montesinos y María
Jesús del Mar Dueñas. Comenzó a pintar y modelar a los 4 años. Perteneció a la
llamada "promoción dorada" de la Escuela Nacional Superior Autónoma
de Bellas Artes del Perú, que dio como fruto a otros pintores destacados: Tilsa
Tsuchiya, Galdos Rivas, Gerardo Chávez, Alfredo Vasurco y Osvaldo Sagastegui.
El 21 de abril de 1971 se casó en París con la médico francesa Hélène Chatenet,
con quien tuvo tres hijos. Vive por estaciones entre sus dos patrias: en su
casa-taller de Lima - Perú y Le Plessis Robinson en Francia. Sin embargo, ha
guardado su nacionalidad peruana por convicción. En 2008 la Universidad Alas
Peruanas, le publica un libro en honor sobre su obra completa titulado
simplemente "Quintanilla"
FERNANDO
GUEMBES
Fernando
Guembes nació en Lima, Perú en 1956.
Arquitecto
y dibujante. Su obra tiene como base el dibujo a tinta sobre papel, medio con
el cual plasma zaguanes, puentes, balcones, patios y otros espacios
arquitectónicos, así como personajes y bailarines inspirados en la marinera
Estudió
Arquitectura enla Universidad RicardoPalma y obtuvo un Posgrado en Conservación
y restauración de centros históricos
Ha
presentado diversas exposiciones individuales nacionales e internacionales, de
las que destaca la del Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica
del Perú PUCP, Lima y Embrujo Criollo en el Centro Cultural
Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lima (2008).
Ha
recibido premios, reconocimientos y menciones en el Perú y el extranjero.
CERÁMICA CONTEMPORANEA
La muestra y su titulo parecen asediar un
vacío, del cual solo intuimos rastros que sugieren un tiempo y un lugar en los que
algo pasó. Evidencia oscura de una clara certeza, la exposición establece
también una analogía con un escenario policial que nos lleva a un terreno de lo
deductivo. María Elena Alvarado va más allá. "Evidencia" escapa a la
competencia de lo policial, trasciende la reconstrucción mental de hechos de
los que no hemos de los que no hemos sido testigos; se hurta a la lógica de
nuestra mirada. El conjunto de obras nos sumerge en el vacío de esa laguna: sea
lo que sea, hay que ir ahí.
Armas tal vez homicidas, víctimas probables,
fragmentos yacen entre otras imágenes recurrentes en sus piezas. Revelan un
encuentro que no se dio, pero que sin embargo está registrado. Los episodios
violentos sugeridos en esta exposición muestran que ese encuentro no se da, que
algo se nos pasa de largo. Algo tan desbordante real que es imposible
manejarlo. El encuentro fallido con lo real que se presenta en la forma
inasimilable del trauma gravita en estas obras que aluden y encarnan eses
registro postevento de lo real y marcan una ruptura con el tiempo. María Elena
Alvarado construye con su obra la trampa con la que captura un pasado ausente
siempre en acecho, porque nunca deja de pasar.
La trayectoria de Deborah Trahtenberg es un periplo
entre los mitos y la realidad, expresando a través de símbolos de una visión en
la cual se manifiesta ese mundo al que sólo se puede acceder a través de la
imaginación y de la iniciación.
Trahtenberg es una ceramista de refinamientos. Esto puede apreciarse a través del tratamiento de la materia y los esmaltes, los colores que ella privilegia y, particularmente, todo su concepto de cómo el arte tiende a mostrar el interior de nuestras vidas. Este hecho se vislumbra en el desgarramiento de sus máscaras, las cuales, paulatinamente, fueron transformándose en cabezas y cuerpos que se abran a la mirada del espectador. Los trabajos presentados para el Salón Regional de la Bienal de Lima son conjuntos escultóricos. El primero de ellos nos presenta una multiplicidad de cabezas clavas, que al ser ensambladas al bronce permite una rítmica sucesión, a modo de un ábaco, cuyas piezas son cabezas clavas que adquieren un movimiento giratorio, capaz de dar la sensación de articulaciones óseas en movimiento.
Trahtenberg es una ceramista de refinamientos. Esto puede apreciarse a través del tratamiento de la materia y los esmaltes, los colores que ella privilegia y, particularmente, todo su concepto de cómo el arte tiende a mostrar el interior de nuestras vidas. Este hecho se vislumbra en el desgarramiento de sus máscaras, las cuales, paulatinamente, fueron transformándose en cabezas y cuerpos que se abran a la mirada del espectador. Los trabajos presentados para el Salón Regional de la Bienal de Lima son conjuntos escultóricos. El primero de ellos nos presenta una multiplicidad de cabezas clavas, que al ser ensambladas al bronce permite una rítmica sucesión, a modo de un ábaco, cuyas piezas son cabezas clavas que adquieren un movimiento giratorio, capaz de dar la sensación de articulaciones óseas en movimiento.
La otra vertiente es más intima, muy relacionada con
la relación sumisión-subversión. La artista convierte en emblemas los cuerpos
femeninos y, literalmente, los ata a ese muro de arcilla sobre el cual
permanecen aprisionados. La voluptuosidad del cuerpo queda así condenada a la
opresión de la materia.
Son estas las obras que muestran la sutileza y la versatilidad de una de las artistas que en nuestro medio han sabido usar la tierra, el fuego y el color, para transformarlo en metáforas de su mundo interior.
Son estas las obras que muestran la sutileza y la versatilidad de una de las artistas que en nuestro medio han sabido usar la tierra, el fuego y el color, para transformarlo en metáforas de su mundo interior.
CONCEPTUAL
CONTEMPORANEO
Estudios de Letras en la
Pontificia Universidad Católica de Lima de 1973 a 1975, y de Pintura en la
Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima entre 1975 y1977. En 1978 se encuentra
en Rio de janeiro, donde frecuenta la Escola de Artes Visuais.
Viaja a Europa en 1979 y se establece en Paris y
luego en Florencia. Vive y trabaja en esta ciudad desde 1982 hasta 1996. En
1994, siempre en Florencia, funda PPPP junto con Alfredo Covarrubias. Regresa a
Perú en 1996.
Haciéndose eco de estas
convicciones, algunos teóricos del arte latinoamericano ya a mediados de los
años 70 y durante los 80, intentaron un enfoque sociológico que lograba
combinar la crítica de las ideologías con aspectos económicos del circuito o
recorrido social de la mercancía llamada arte: del taller a la sala de
exhibición, y de ésta al coleccionista. Ahora bien, si bien es cierto que tales
enfoques se centraban más en estos aspectos estructurales, no es menos cierto
que de vez en cuando lograban dar ciertas características del tipo de gente y
de la subjetividad de quienes participaban en esta actividad: "las clases
dominantes del sXX no hacen sino interiorizar el exilio de los pintores"
(Mirko Lauer, 1976), un exilio que puede entenderse si se lo enmarca en el
contexto de una sociedad cuyos valores culturales más extendidos son otros.
Hola Jaime les invito a que visiten la página de Benito Rosas http://benitorosas.com/, prolífico escultor peruano y discípulo de la Anna Maccagno.
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